Adoración
                                                                                                                                                                                        
                                                    
                            
                                                                                                  
                                        Una sola ofrenda, varios sacrificios
                                    
                                                            
                Autor:
      G. André      
                                    
                                                            
                                    
                                                                                                                                                                
                                
                            
                                                            
          
                    
                                                
                                
                                    
                                
                                            Precio normal:
                                    
                                
                                
                    3,10 CHF
                                    
                                            
        
                            
            
                            
                                                                    
                        
                                                    
                        
                                                    
                                    Nos proponemos considerar la muerte del Señor Jesús, “la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre” (Hebreos 10:10). Será el tema central de la adoración de los redimidos en la eternidad, pero, aunque no podamos sondearlo aquí abajo, es la voluntad del Señor que nuestros corazones se ocupen en él.