Profecía

El Señor Jesús mismo nos enseña que “el Espíritu de verdad… os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13). Este es el tema del Apocalipsis.

En estos últimos tiempos, en estos días en que los corazones de los hombres se llenan de espanto a causa de las cosas que suceden o han de acontecer pronto, nos es grato ofrecer, a creyentes y amigos de habla castellana, la presente adaptación de la obra del siervo del Señor y autor cristiano holandés H. L. Heijkoop; la cual, publicada en artículos en una revista bíblica juvenil, fue luego compilada e impresa.

La idea de ofrecer una interpretación del lenguaje simbólico del Apocalipsis no es nueva, ya que muchos llamaron la atención sobre su indiscutible utilidad; pero, vista la imposibilidad de definir un símbolo mediante una fórmula, esta interpretación presentaba numerosas dificultades.

Este libro del siglo pasado (W. Trotter 1818-1865) presenta ocho discursos sobre el tema tan importante de la profecía bíblica.Las porciones proféticas sacadas de las Sagradas Escrituras abundan y deben llamar nuestra atención, aunque, en su mayor parte, estos eventos no se refieran a la época cristiana en la cual vivimos ahora.¿Qué nos traerá el futuro? y ¿qué del día de mañana? La Biblia responde a tales preguntas. El apóstol Pedro escribe en su segunda carta, capítulo 1, versículos 19 a 21: "Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo"